Ciao Bella... ¡Hello Kristen!
Mientras se estrena Twilight (la primera parte ahora mismo, y la segunda el año que viene), ella se prepara para abandonar el papel de novia de un vampiro y retomar el curso natural de su carrera. Ella tiene 21 años, una enorme dificultad con el público y la industria del cine, una cara y un destino de estrella... Todo comienza ahora para KRISTEN STEWART. Reunión con una futura y grande actriz.
La quisimos antes de Twilight. Seguiremos queriéndola después. A diferencia de su compañero en la gran pantalla Robert Pattinson (y también pareja en la vida real pero shhhhh, siempre será un secreto), Kristen Stewart ya había dejado marca en el mundo del cine con su cara y su natural incomodidad antes de la histeria de Twilight. La mezcla de autoridad y aprensión, la fuerza del intelecto, el fuego bajo el hielo, la evidente precocidad... todo eso es lo que ya impresionó en La habitación del Pánico, dirigida por David Fincher (2002), en la que interpretó, literalmente, a una Jodie Foster de bolsillo (a su hija). Las apariciones espectrales que siguieron a eso — un sueño interrumpido por Into the Wild (2008), la fantasía campesina como L'Autre Rive (2010) — han confirmado lo que se predecía: esa chica tiene atractivo, y una gran carrera por delante. Y entonces llegó... Los vampiros han mordido, la taquilla de cine ha explotado y el mundo ha perdido la cabeza. Durante cuatro años, Kristen ha vivido la extrema violencia de la exposición a los medios de comunicación que, a pesar de su esfuerzos por desviar la atención (algunos papeles en películas independientes que nadie ve), se adueñó del control de su vida privada y de toda esperanza de un "después". "Siento que me he vuelto aburrida", confiesa mientras tira de las mangas de su jersey, un una pizca de verguenza. "Cada una de mis conversaciones comienzan con Twilight. Así que me dan ganas de gritar: '¡Esto es de locos! ¡No puedo hacer nada en mi vida!' Pero resisto y me digo: 'Dios mío, Kristen, cállate.'."
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